Yo soy de esas personas a las que le gusta pasear entre muchas luces, solo para pensar que el sendero que cruzo no está tan oscuro. Puede que en el fondo siga siendo un soñador, un ser "piterpanesco", que vive en su nunca jamás, tumbado en una hamaca, con mi campanilla susurrándome al oído que crecer es malo, suplicándome que me quede velando sus sueños en un mundo utópico donde el mejor de todos es el más niño.
Ahora, creo que las cosas han cambiado, después de todo, crecer es lo normal, pasan los días, las semanas, los meses y los años, y cada vez que me miro al espejo, no me veo mal, tenía miedo a no saber crecer, a que quizás sea como un Dorian Gray encerrado en pleno siglo 21, capaz de vender su alma solo por la inmortalidad.
Me veo fuerte, me reconforta verme sonreír sin miedo, no ha sido un año fácil, he aprendido a valorar lo que tengo, más que a pensar en lo que tuve, y veo, que todo va mejor, ahora soy yo de nuevo.
Pero el mérito no es mío, el mérito es de toda esa gente, los que siempre están, los que han venido, y por qué no, también los que se han ido, y que han sido un apoyo brutal para mí, diciendo gracias, me quedo corto.
Simplemente, esto es la vida, y aunque el año no ha sido bueno del todo, tampoco ha sido malo, me quedo con las sonrisas y con las lágrimas por igual, porque ahora si que si, puedo gritar, que soy feliz.
Resumiendo, feliz año a todos, a los que me quieren, a los que me odian, a los que les soy indiferente y a los que no me conocen, que este año que empieza, cada uno sea feliz a su manera, que tengáis suerte y salud, que el tiempo cure todas las heridas y que nadie os robe la sonrisa.
HIII!!!que liindo blog tieenes!aqui, una nueva seguidora!byeee
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